Psicoteràpia Terapia de pareja: "¿Puedo venir sol@?"

Los problemas en la pareja son uno de los principales motivos de consulta de las personas que acuden a nuestro despacho.

Pero qué entendemos por terapia de pareja? Se puede trabajar si sólo un miembro está dispuesto a venir? Puedo venir a terapia si mi pareja no está por la labor?

La finalidad de la terapia de pareja es mejorar la relación existente aunque en ocasiones el éxito radica en promover una buena y sana separación.

Los seres humanos somos sociales por naturaleza, vivimos en grupos, nos necesitamos unos a otros. Nuestra vida pasa por las relaciones que establecemos con los demás, ya sea intencionadamente: los amigos, la pareja, el trabajo; o sin querer: la familia, la ciudad o pueblo, el país, que en una primera instancia no elegimos sino que nos vienen dados.

De este vivir en compañía llamamos convivir, y cuando las personas convivimos, de este roce resultan situaciones difíciles que a veces producen malestar y problemas que condicionan esta convivencia.

 

El contrato de pareja

Decir que las parejas no pasan por momentos difíciles y que nada les molesta el uno del otro, es un mito. A medida que la relación de pareja avanza, va cambiando dado que las necesidades individuales de cada miembro también cambian.

Podríamos decir que en el momento en que se decidió emprender el viaje conjuntamente se estableció un contrato relacional, en el que cada miembro aportó sus cláusulas, que no son más que las necesidades a cubrir de cada uno. En el momento en que estas necesidades individuales cambian, estas cláusulas se deben revisar, modificar y aceptar por parte de ambos. Si en este diálogo de revisión hay desavenencias, o simplemente no se da, la pareja puede ver peligrar su continuidad. Uno de los posibles objetivos de la terapia de pareja es acompañar la pareja en esta nueva reformulación y facilitar su entendimiento.

 

Se puede trabajar si solo un miembro está dispuesto a venir?

Generalmente es uno de los miembros de la pareja, el que acaba por dar el paso y pedir ayuda a un profesional. En muchas ocasiones, el malestar que producen las situaciones conflictivas acaba teniendo más peso en uno de los dos y es éste el que acaba viniendo. En otras ocasiones, la persona que no acude a consulta puede pensar que no tiene ningún problema y no necesita acudir, o cree que el “culpable” de la situación es el otro.

Aunque se puede pensar que una terapia de pareja, tal como dice su nombre, requiere que los dos miembros acudan a consulta (y en según que casos es indispensable que así sea), se pueden conseguir muchas mejoras trabajando con uno de los dos. Un pequeño cambio promovido por la persona con la que se está trabajando, puede acabar consiguiendo una mejora sustancial en la relación. Podríamos decir que el pequeño cambio que promueve el miembro de la pareja activo (en la terapia), provoca otro pequeño cambio en el otro (la mayor parte de las veces de manera inconsciente), y así sucesivamente hasta hacerse evidente que las cosas toman otro cariz y ya no son lo que eran.

En esta situación en la que sólo un acude a terapia, es interesante poder hablar con el miembro de la pareja que no ha creído oportuno venir, al menos, en una ocasión. Lo más fácil es contactar por teléfono para hacer un primer sondeo de la situación, y si se accede, tener una visita que podría ser la única necesaria.

La finalidad es conocer la vivencia que tiene el otro sobre lo que está pasando: Es parr él/ella un problema? ¿A qué cree que se debe? Entiende la posición del otro?, ¿Qué perspectivas tiene respecto la relación: Considera que la dificultad se puede resolver? ¿Cuáles son las expectativas puestas en la relación? Coincide el proyecto vital?

Responder estas preguntas, nos ayudará a enmarcar la terapia y seguir trabajando con uno de los dos. En este primer contacto, algunas personas que no tenían pensado venir, acaban cambiando de opinión y teniendo un papel activo en la terapia.

En conclusión: Si tienes problemas de pareja, te sientes mal y confundid@, y tu pareja no está por la labor de pedir o aceptar ayuda de un psicólogo, ven sol@ consulta y hablamos de las posibilidades que tenemos de ayudaros.

Pide CITA PREVIA y cuéntanos qué os sucede.

 

Terapia de pareja: “¿Puedo venir sol@?”

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